Alemania: Descubrir las Bellezas del Norte

Día 1: España-Colonia
Salida del vuelo regular con destino al aeropuerto de Colonia-Bonn. A nuestra llegada podemos utilizar el cómodo transporte público del aeropuerto para llegar en apenas 30 minutos al centro de Colonia: tanto el tren como el bus está a nuestra disposición. Y si lo que nos gusta es la comodidad, un taxi nos dejará en la puerta por apenas 30 EUR en menos de media hora...¡Bienvenidos a Colonia! Ya podemos empezar a descubrir esta mágica ciudad con fuerte carácter universitario. ¿Por dónde empezar? la Colonia romana, la gótica... o quizá echar un vistazo al Rin y navegar al menos unas horas en un simpático crucero?

Dia 2: Colonia
Nos espera un jugoso desayuno alemán en el hotel. Será bueno cargar pilas, ya que hoy vamos a dedicar todo el día a la ciudad. Sin necesidad de tomar transporte público tenemos a mano todo el centro de la ciudad: desde la iglesia de S. Martín a la Catedral tenemos una ruta llena de monumentos y callejuelas para pasear. Descubrirás que en Alemania se puede comer bien por poco dinero: prueba en uno de sus famosos "Imbiss" (puestos callejeros de comida) una "curriewurst" (salchicha típica alemana, aderezada con currie" y asómbrate de la influencia asiática en la gastronomía teutona... todo con una buena cerveza por menos de 10 EUR. La cosa marcha, no?

Día 3: Colonia-Hamelín
Arrancamos viaje hacia el norte. El secreto del viajero avezado es saber empaquetar con cabeza. ¡Odiarás este viaje si vas arrastrando todo el día una enorme maleta king size! Ahora bien: si sigues mi consejo, te diré que en Alemania el día a día se vive sin etiquetas. Guarda las lentejuelas para tu viaje a Viena y tira de ropa y calzado cómodos, lo agradecerás de todo corazón. Con un trolley mediano podrás usar el transporte público para llegar a la estación de tren, o si lo prefieres, también caminando: ¡tu hotel está a sólo 10 minutos a pie de la estación!
Me gusta viajar en tren. Ese aire romántico, como de otra época, del paisaje desfilando por tus ojos mientras tú contemplas absorto formas y colores, las prisas de las estaciones y los rostros anónimos que te indagan curiosos... ya llegamos a Hamelín, ¿dónde está el Flautista?
Ahora vamos al hotel. ¿Te atreves a llegar caminando? son sólo 15 minutos hasta el casco histórico, una gozada de paseo. Pero no sufras: un taxi serán menos de de 10 EUR, tampoco hay que martirizarse...
Hamelín es una pintoresca población de apenas 60.000 habitantes. Un paseo por el centro nos llevará apenas unas horas, y la belleza de sus casas de fachada entramada, sus recoletos rincones se van a quedar impregnados en nuestra memoria. ¡No dejes de pasar por la casa del Flautista! ¿Sabes que aún siguen haciendo representaciones callejeras del cuento? y qué tal un paseo en bicicleta por la ribera del río Weser?

Día 4: Hamelín-Bremen
Si te gustó Hamelín espera a descubrir Bremen. ¿Más cuentos? prueba con los músicos cantores... hasta puedes tocar su estatua en el centro de la ciudad, que es toda como de cuento, con casitas de ladrillo y fachadas entramadas, donde ya huele a mar y hay ambiente marinero cerca del río, en el barrio Schnoor, poblado de tiendas y lleno de rincones agradables donde descansar con un te y unas pastas. O, si lo prefieres, ¿qué me dices de tomar un buen vino... en el propio ayuntamiento? Me encanta esta tradición nórdica de aprovechar las bodegas de los ayuntamientos para desplegar agradables tabernas donde comer y beber a gusto. A eso le llamo yo disfrutar del espacio público ;)

Día 5: Bremen-Hamburgo
Desayuno en el hotel y exprimimos al máximo la ciudad hanseática antes de continuar hacia Hamburgo. La catedral de St Petri, la Bötcherstrasse o una muy placentera caminata por el paseo marítimo Schlachte... seguro que te falta tiempo para ver todo, ¿quizá sería buena cosa ampliar una noche en Bremen?
Después de comer tenemos que seguir ya hacia Hamburgo, no hay más remedio. Llegamos en apenas una hora y... cuidado: esto ya son palabras mayores. Qué suerte haber reservado 3 noches para esta increíble ciudad. Dejamos las cosas en el hotel y... ¡a la calle, esto sí que es una metropoli moderna y vibrante! aquí lo vamos a pasar pero que muy bien...

Día 6: Hamburgo
Vamos por partes. Ya que estamos cerca del puerto, comencemos por aquí mismo. Hamburgo es muchas cosas: es una de las ciudades más bellas de Alemania, es lujo y es alegría de vivir, es vida nocturna y abanderada de tendencias alternativas, es mucho más, pero sobre todo, Hamburgo es agua. Allá donde mires encontrarás canales, río o lago. ¿Cómo que puerto, si no está Hamburgo situada en la costa? pues ahí tienes para contemplar una de sus maravillas: el Speicherstadt, un complejo centenario de edificios ideados para almacenar los innumerables bienes de consumo que llegaban a diario a la ciudad hanseatica de Hamburgo. La zona está protegida como monumento desde 1991. ¿Qué te parece hacer la visita en barco?
Y seguimos con el agua: un paseo por el Jungfernstieg nos mostrará una increíble vista del lago interior, con sus espléndidos hoteles bordeándolo, sus gentes montando en bicicleta (¡aunque llueva!) mezclados con los tremendos descapotables que circulan por la ciudad... qué lujo!

Día 7: Hamburgo
Llegamos a la última noche en Hamburgo y aún nos queda mucho por descubrir: si hemos tenido la suerte de caer un domingo en Hamburgo, no podemos perdernos el mercado de pescado: ¡a partir de las 5 de la madrugada ya está abarrotado de gente paseando! Aunque no entendamos una palabra, no tenemos más remedio que reír con las subastas de pescado.
Y aún no hemos inspeccionado la zona canalla de la ciudad: no podemos abandonar Hamburgo sin patear el barrio de St Pauli y su famoso Reeperbahn por la noche: vestigios de los Beatles, el barrio rojo... pasen y vean!

Día 8: Hamburgo-España
Último desayuno en Alemania, vamos empaquetando ya y emprendemos viaje de regreso. Tenemos a nuestra disposición cómodos buses de línea o tren. Por supuesto, también podemos tomar un taxi. Volamos de vuelta a España sabiendo que los recuerdos se quedan con nosotros para siempre