Bulgaria en grupo: descubre su herencia cultural y su patrimonio UNESCO

Día 1: SOFIA  - Llegada a la capital.  El primer día podrán visitar y descubrir la capital búlgara, sus monumentos históricos y la gente. En 809 la ciudad fue conquistada por los búlgaros y fue bautizada con el nombre de Sredets. Enseguida fue considerada como una de las ciudades feudales más importantes. Al sur de Sofía, al pie del monte Vítosha, se encuentra la iglesia de Boyana, cuyos frescos datan del siglo XIII y son unos de los vestigios culturales búlgaros y europeos más importantes. En 1382 fue conquistada por los otomanos quienes hicieron de la ciudad la capital de la provincia de Rumelia. Después de la liberación de Bulgaria, la ciudad es elegida en 1879 ser la capital del III Reino Búlgaro. En los últimos años ha cambiado su cara, transformándose en una ciudad occidental moderna. Los planos urbanísticos de la ciudad establecidos en 1881 – 1882 se materializaron en edificios principalmente de ladrillos y de tejados de ángulos rectos.

Visitarán la catedral de A. Nevski, así como su única colección de imágenes religiosas en su cripta, la iglesia rusa San Nicola, la rotonda San Gueorgui, la basílica Santa Sofía, la iglesia Santa Petka Guarnicionera y el Parlamento que se encuentra en el centro de la ciudad. En los alrededores de Sofía, al pié del monte Vítosha, podrán visitar el Museo Histórico Nacional, para conocer sus colecciones y comprender así la larga historia búlgara, que les será muy útil durante su viaje, como también la iglesia de Boyana, patrimonio mundial dela UNESCO. Está compuesta por tres edificios. La parte oriental fue construida en el siglo X. En 1259 se construyó una iglesia de 2 pisos y pegada a la parte antigua por el Savastocrator Kaloyán. El conjunto es completado por una tercera iglesia construida al principio del siglo XIX.

Pasarán la noche en un hotel de 3*, situado en un complejo residencial de Sofía, llamado Boyana, enfrente de la iglesia que lleva el mismo nombre. El hotel se encuentra al pié de Vítosha, cuyas habitaciones son muy amplias y acogedoras. Los propietarios, la familia  Savov, siempre en el hotel para atenderles en cualquier momento y hacer su estancia más agradable. El hotel dispone de un restaurante muy bonito con una vista panorámica de la ciudad.

Día 2: SOFÍA > GLOZHEN - Sobre un pico rocoso. Por la mañana probablemente se finalizarán las visitas pendientes y programadas en Sofía. Después se dirigirán hacia el norte, a lo largo de la vertiente norte del Balcán Central y llegarán al pequeño pueblo de Glozhen, situado al pie del monte Lisets. Los alrededores del pueblo y sus paisajes son impresionantes, pero lo que más llama la atención es el monasterio, construido en lo alto. Fue fundado por el príncipe Grigori Glozh de Kiev, cuyo nombre lleva, el monasterio de Sveti Gueorgui Pobedonosets tiene una historia muy ajetreada y misteriosa. Fue construido en el siglo XIII para ser trasladado más tarde, en el siglo XIV, muy cerca de allí donde se encuentra actualmente. En 1913 fue destruido por causa de un terremoto, pero más tarde fue reconstruido. Para llegar al monasterio pasarán por un camino de tierra. Será una experiencia única llena de emociones, durmiendo en este mismo lugar. La región es excepcional por su naturaleza llena de encanto, por sus bosques de árboles seculares, por sus prados que desprenden un aroma agradable de flores, por la multitud de cascadas y de cuevas.

A varios kilómetros de allí podrán visitar la pequeña ciudad de Téteven. Muy cerca de allí se encuentra el Parque de la Biosfera “Tsatíchina”, donde se podrán observar una gran variedad de más de 600 especies de plantas diferentes, entre las cuales se encuentran algunas que están inscritas en el Libro Rojo de Bulgaria. Desde “Tsatíchina” caminando por los senderos turísticos, bastante fáciles, podrán llegar a las reservas cercanas de “Boatine” y “Kozya Stená” (La Muralla de las cabras monteses).  Etapa  (100 km)

Día 3- GLOZHEN > KOPRÍVSHTITSA - Un pueblo lleno de colores. Continuarán su ruta a lo largo del Balcán Central y les aconsejamos que hagan una parada en la ciudad de Oreshaka para visitar el monasterio de Troyán. El nombre de la ciudad de Troyán está relacionado con el antiguo camino romano atravesando Stara Planiná que pasaba por la actual carretera de Troyán – Vía Traiana que comunicaba Misia con Tracia y con el Mar Egeo. La ciudad fue construida a principios del siglo XV, cuando los búlgaros se establecieron en este lugar, bastante inaccesible y boscoso, para escapar y esconderse de los otomanos. Hoy en día es un monasterio, en tiempos revueltos utilizado como refugio por Vasil Lévski. Es el tercer monasterio más importante del país. Cerca del monasterio se encuentra la exposición de las artes y de los oficios, una exposición de obras de artes típicas y oficios artesanales de Bulgaria. Les aconsejamos que hagan esta visita, porque es también una perfecta ocasión de comprar regalos de recuerdo u objetos de valor.

Atravesarán enseguida el puerto de Troyán para llegar al pequeño y colorido pueblo de Koprívshtitsa desde dónde fue iniciada la Gran Revolución de Abril en1876 para la Liberación del yugo otomano. Conservado en su aspecto auténtico, anidado entre las montañas, es una página viva de la historia búlgara que merece ser conocida. La mayoría de las casas, construidas en madera están pintadas de colores vivos que dan al pueblo una originalidad única. Podrán visitar las casas museos como las de Kabléshkov, Debelyánov, Karavélov o la de Benkovski, todos ellos escritores revolucionarios muy reconocidos y considerados como héroes búlgaros. Las casas Liútova y Oslécova también merecen la pena ser visitadas, para que descubran como fue la vida por estas tierras hace más de un siglo. La iglesia de San Nicola  que también es monumento histórico. En Koprivshtitsa pasarán la noche en una casa de hospedaje tradicional que cuenta con 5 habitaciones y se sentirán a gusto en esta casa situada en la rivera del río que atraviesa el pueblo. Etapa  (160 km)

Día 4: KOPRÍVSHTITSA > SOKÓLOVO - En el corazón del Balcán Central. Al salir de Koprivshtitsa atravesarán el pueblo de Kalófer, situado en el corazón de Stara Planiná, perdido entre los paisajes naturales y la paz de la montaña. Este pueblo se incluyó en el programa de la UE para el desarrollo del ecoturismo.  Es un lugar de frescura y verdor. Entrarán en el valle de los reyes Tracios. Pasarán por la ciudad de Kazanlak que es la verdadera reserva de la civilización tracia. Aquí es donde fue descubierta la primera tumba tracia. Es patrimonio mundial de la UNESCO. Les aconsejamos la visita de este lugar para conocer esta civilización tracia, todavía muy desconocida, que fue en aquellos tiempos la más poderosa de Europa y de la parte mediterránea mucho antes que la de los egipcios. Podrán también visitar el Museo de la Rosa, el símbolo del país (Bulgaria es el primer productor mundial de aceite de rosas que se usa para la producción de la mayoría de los perfumes). Además, el valle es conocido como el Valle de las Rosas y podrán conocer las diferentes utilizaciones de esa flor.

Muy cerca de allí, en las llanuras, cerca de las ruinas de Seuthopolis, la capital antigua del reino de los Odrysses, podrán visitar la tumba real de Seuthes III, descubierta hace muy pocos años por los arqueólogos. Está abierta al público muy recientemente y como el resto de las tumbas tracias está escondida debajo de una loma de tierra. Por encima de la tumba, en lo alto de la montaña cercana, podrán observar el monte de Shipka y la preciosa iglesia rusa (la iglesia de la Natividad) del pueblo de Shipka, construida por los búlgaros como agradecimiento a Rusia por la ayuda de la liberación del país del yugo otomano.

A varios kilómetros, pasando al lado opuesto del monte, llegarán al museo al aire libre Etara donde enseguida se encontrarán en el siglo XIX. Gracias a las demostraciones de los oficios artesanales, la visita se convierte en un aprendizaje improvisado. Construido a lo largo de un río, a través de los diferentes puestos de artículos artesanales podrán observar y aprender cómo se elaboran los mismos. Los edificios de estilo del despertar nacional y la belleza de la naturaleza les fascinarán, por eso les aconsejamos esta visita y además su próximo punto de visita se encuentra a 4 km de allí – el Monasterio de Sokólovo. El final de este día será un tanto especial, gracias a la llegada y la visita del monasterio de Sokólovo. Construido en 1833, en un verdadero rincón del Paraíso, es espléndidamente pintado de frescos y guarda imágenes preciosas.  Etapa (160 km)

Día 5: SOKÓLOVO > ARBANASI - La región de los tsares búlgaros. Siempre camino hacia Velico Tárnovo, en el Balcán, pasarán por pueblos y ciudades bonitos, tales como la ciudad de Tryavna, recomendada por su ambiente medieval y artesanal. En la calle principal de esta ciudad se encuentran muchos talleres y tiendas de artesanía (especializadas en las artes decorativas) donde podrán comprar algún regalo de recuerdo. Podrán pasar por el pueblo de Bozhentsi, muy cerca de allí,  conocido por su arquitectura y gastronomía, será una visita impresionante

Es posible realizar un eco tour de Bozhentsi a Tryavna (2 horas). Llegada a Veliko Tárnovo, capital del Segundo Reino Búlgaro entre los siglos XII y XIV, considerada como la ciudad más bonita de los Balcanes, después la de Constantinopla. Fue destruida en 1393 por los turcos, pero todavía se puede ver los restos de la ciudad antigua y de su fortaleza. La riqueza de su historia, la belleza natural del lugar, las casas colgantes sobre el río Yantra y todo esto en un ambiente medieval hacen de Veliko Tárnovo un lugar imprescindible en nuestro circuito. La visita de la fortaleza de Tsarevets (la ciudad antigua) es imprescindible para entender esta época de la historia búlgara. Muy cerca de allí, podrán visitar la iglesia de los Cuarenta mártires con réplica del tsar Kaloyan y la de San Demétrios de Salónica de estilo bizantino, donde fueron coronados los tsares Peter, Iván, Asén y Kaloyán. Llegarán al pueblo de Arbanasi. Es un pueblo, situado en una meseta desde donde se pueden observar Tsárevets y Trapézitsa, a 4 km de la capital medieval búlgara, Veliko Tarnovo.

Clasificado como un pueblo museo, merece una atención especial por su típica arquitectura y sus iglesias decoradas de frescos de gran valor artístico. Sus habitantes construyeron la mayoría de las casas y las iglesias que constituyen la herencia artística del pasado e incluso hoy en día, estas obras demuestran el perfeccionamiento del gusto y las costumbres de la época.  

En la actualidad, 144 de los edificios en Arbanasi están clasificados como monumentos históricos y culturales. La Iglesia de la Natividad es una de las curiosidades más célebres de Arbanasi: Sobre sus paredes han sido dibujados y representados alrededor de dos mil escenas y se han distinguido más de 3 500 personajes. Es una visita que merece la pena. Pasarán la noche en Arbanasi en una casa de hospedaje en el centro del pueblo de puro estilo arbanasiano, construida de piedras y de madera, cuyo jardín siempre arreglado y lleno de flores bonitas y la barbacoa de verano les harán la visita más agradable todavía. Etapa  (80 km)

Día 6: ARBANASI > RUSE - La pequeña Viena. Antes de partir, podrán completar las visitas en Veliko Tárnovo o Arbanasi. Podrán visitar también el Monasterio de la Transfiguración, a 6 km. de Veliko Tárnovo, construido en lo alto de un pico es un ejemplo destacado de la arquitectura y de la pintura de imágenes religiosas de la época del despertar nacional búlgaro. En el valle del Parque Natural Rúsenski Lom podrán ver un conjunto de iglesias, capillas, monasterios y celdas cavadas en las rocas por los primeros ermitaños, muy cerca del pueblo de Ivánovo en el siglo XII. Los frescos murales que datan del siglo XIII –XIV están considerados como un ejemplo del arte medieval búlgaro y el conjunto está inscrito como patrimonio mundial de la UNESCO.

El monasterio de Basarbovo, no muy lejos de allí es excepcional por sus frescos coloridos. La cueva de Orlov (la cueva del Águila) en el parque es de gran interés espeleológico y arqueológico con sus vestigios de la Edad del Bronce. Ruse les sorprenderá por su ambiente multiétnico. Su arquitectura fascinante, sus monumentos históricos y sus edificios preciosos mezclan los estilos de la arquitectura clásica, barroca, renacentista, gótica y rococó.  Sus grandes espacios verdes y el Danubio le otorgaron el sobrenombre de la "pequeña Viena". Paseo a lo largo del Danubio. Dormirán en un hotel de 3* de estilo neobarroco en el centro de la ciudad. Etapa  (110 km)

Día 7: RUSE > ISPERIH > SHUMEN > VARNA -Lugares históricos protegidos. Es una etapa un poquito larga, pero les permite visitar una parte importante de la historia de Bulgaria. Descenderán al Sur y por el camino pasarán cerca de la Tumba tracia de Sveshtari. Les aconsejamos que la visiten. Esta tumba, encontrada cerca de la ciudad de Isperih, data del siglo III a. de C. Está compuesta por 3 tumbas, entre las cuales una real, representando todo el esplendor del arte funerario tracio que pueden competir con las tumbas egipcias más conocidas. Es patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde el año 1985.

Podrán visitar también la tumba de Demir Babá Teké. El Teke ocupa el emplazamiento de un lugar cultural prehistórico y después un santuario tracio.  El mausoleo de construcción hexagonal tiene una cúpula: Reemplazada por piedras que provenían de santuarios precedentes. Hay también una pequeña capilla poligonal con techo puntiagudo, pinturas murales e inscripciones. Enseguida se dirigirán hacia Shumen.

Tanto la ciudad, como toda la región son la historia viva de Bulgaria por sus vestigios históricos y el ambiente del lugar. Allí es donde podrán visitar la segunda mezquita más grande de los Balcanes – la mezquita Tombul. Su biblioteca de literatura musulmana es la más bella y la más rica del país. Su nombre viene de la forma oval de su cúpula de 25 m. de alto y construida en estilo barroco turco. Allí podrán observar El Jinete de Mádara, una imagen tallada en una roca a 23 m. del suelo, el primer símbolo de los protobúlgaros, representando a un caballero y su perro que vencen a un león que representa la Imperio Bizantino. Es patrimonio mundial de la UNESCO.

Llegarán a Varna. Esta ciudad costera esconde un gran número de vestigios importantes, pero también ofrece a sus visitantes unas playas bellísimas de arena fina, muchos espacios verdes y además un ambiente propicio para relacionarse con la gente. Sus numerosas tiendas, restaurantes variados, cafeterías modernas y sus espacios verdes creen un ambiente festivo y agradable. En verano se convierte en el centro cultural del país. Allí podrán visitar, entre otros, le excepcional museo arqueológico (donde verán unas piezas del oro elaborado más antiguo del mundo), su catedral con cúpulas doradas, las termas romanas… Alojamiento en un hotel de 3*, un edificio bonito de estilo clásico y elegante. Fue totalmente renovado en 2005. Etapa  (260 km)

Día 8 - VARNA > NESÉBAR - La costa búlgara. Darán un paseo por la costa búlgara, pasando por diferentes ciudades como Biala, Obzor, el cabo de Émine, merecedor de una pequeña parada para visitarlo y apreciar su belleza. Van a encontrar la ciudad milenaria de Nessébar en la costa del Mar Negro Construida por los tracios a finales del segundo milenio a. de C., Nessébar goza de una historia rica y ajetreada, sobre todo por motivos de su estratégica situación geográfica. Está inscrita en la lista de la UNESCO como patrimonio mundial, por su excepcional conjunto arquitectónico de estilo bizantino, cuyas famosas iglesias, las casas de la época renacentista búlgara y las calles adoquinadas hacen de la ciudad un lugar de gran interés turístico y crean un ambiente particular único. Entre las iglesias de interés, les aconsejamos la visita de Cristo Pantocrator y su galería de arte, la de San Salvador y sus famosos frescos o también la de San Juan Aliturgète. A 4 km se encuentra Sunny Beach, un lugar de veraneo con más de 160 hoteles, casinos, discotecas, piscinas y otros tipos de diversiones.

También podrán visitarlo en un pequeño trenecito a lo largo de la costa, en barco o en coche. Sin embargo, pensamos que visitar Nesebar les permite compaginar el placer con estar en el lugar más auténtico, a pesar de los numerosos turistas el sitio es excepcional. Estarán alojados en un hotel de 3*, en el casco histórico de la península, el único construido en estilo bizantino de la época, tras previa autorización de la UNESCO.  De muy buen standing, en el medio de los vestigios y a unos pocos metros de la playa. Etapa  (100 km)

Día 9: NESÉBAR > ZHÉRAVNA - Un pueblo auténtico. La continuación del viaje les permitirá conocer uno de los pueblos búlgaros más bonitos, pintorescos y típicos. Este pueblo es parte de los lugares arquitecturales protegidos por el país. Podrán visitar la iglesia de San Nicolai y su colección de iconos del siglo XVI y XVII, la casa museo de Yordan Yovkov para conocer el estilo tradicional de la región, o también la de Rusi Chorbadzhí, donde podrán ver, entre otras cosas de interés, una pequeña colección de tapices, o también la casa de Sava Filarétov.

Pasarán la noche en una de las casas de hospedaje más bellas de la ciudad, construida de madera, con un encanto especial por su patio ajardinado y su decoración típica tradicional. El recibimiento es caluroso y las habitaciones son espléndidas. En esta zona hay muchos pueblos que pueden visitar: Icherá, Katúnishte, Gradets, Médven o Kótel, que es una ciudad famosa por sus tapices y kilims. Allí se encuentra un museo de tapices que les aconsejamos que visitan. Les proponemos 2 noches en este lugar, ya que el trayecto entre Brasilina y Churana fue muy bonito, pero muy largo. Etapa  (120 km)

Día 10: ZHÉRAVNA > PLÓVDIV - Una ciudad milenaria. Descendiendo el Balcán se encontrarán en una llanura y llegarán a la histórica ciudad de Sliven, la de los "voivoda" del pasado glorioso. La zona amplia peatonal en el centro de la ciudad y los edificios de estilo particular son una muestra del prestigio y la importancia de la ciudad en aquellos tiempos. Para los afeccionados a los vinos, en la salida de la ciudad podrán visitar la bodega de Domain Boyar para comprar, catar o degustar de sus vinos.

Retomarán el autotour hasta llegar a la ciudad milenaria de Plóvdiv. Situada en las riberas del río Maritsa y elevada en siete colinas, es la segunda ciudad más grande de Bulgaria en cuanto a población y extensión. Después de Sofía es el segundo lugar más importante como centro cultural, histórico y turístico. El Plóvdiv Antiguo, llamado “ la reserva arquitectural de los siglos XVIII y XIX", provoca la admiración de todos los visitantes. Los vestigios de la civilización tracia se entre mezcla con monumentos romanos” mientras que las antiguas mezquitas turcas añaden un perfume oriental a una ciudad, donde las civilizaciones que se sucedieron, a veces bastante opuestas, supieron dejar a Plóvdiv lo mejor de sí y de esta manera convertirla en una ciudad única y original.

Darán un paseo a pie por la principal calle peatonal del Príncipe de Alexander de Báttenberg, donde paseando podrán observar casas de estilo neobarroco, antes de visitar la iglesia de Santos Constantín y Elena con las imágenes religiosas pintadas por el maestro Zahari Zograf, la mezquita Dzhumayá, el anfiteatro romano y el barrio antiguo. La casa de Lamartine prueba la afección francesa por esta parte del Oriente. Podrán visitar muchos museos, dependiendo de su interés. Se alojarán en una antigua casa, convertida en hotel de 3*, donde se conservaron sus inmensas dimensiones, su ambiente,  una maravillosa terraza de verano con una magnífica vista sobre la ciudad, un gran restaurante y hasta una pequeña capilla. Etapa  (230 km)

Día 11: PLÓVDIV > SHIROKA LAKA  - Las tierras de Orfeo. Antes de partir, a unos 30 km de Plóvdiv, podrán hacer una parada en el pueblo de Báchkovo, conocido sobre todo por su famoso monasterio, tan apreciado por los búlgaros. Anidado en el verdor de un bonito valle, fue fundado en 1083 y fue el lugar favorito de los tsares búlgaros por Georgien Bakuriani, un comandante bizantino. Podrán ver la imagen milagrosa de Sta. María, parte de un culto popular que va más allá del convento, el refectorio y su gran mesa de mármol, o su colección con su colección de libros antiguos bizantinos, búlgaros y georgianos Se adentrarán a los Rodopes, que se caracterizan con unos paisajes espléndidos y verdes, con sus pueblos "Pomaks" (búlgaros islamizados durante el yugo turco) que podrán identificar por los minaretes blancos de las numerosas mezquitas. Tendrán tiempo suficiente para disfrutar de la belleza de los Rodopes, porque la carretera que culebrea en sus entrañas es bastante estrecha, por lo que no podrán conducir a más de 35 – 40 km/h. Hay muchos espacios de descanso a lo largo de la carretera, así podrán aprovechar para y disfrutar de los paisajes.

Llegarán a Shiroka Laka, un pueblo (patrimonio nacional de la arquitectura), conocido no solamente en Bulgaria, pero también en el extranjero por su arquitectura original, típica de la región de los Rodopes, por sus tradiciones musicales y por su pasado glorioso. Es el centro de una pequeña zona de cinco pueblos (Stóykite, Guela, Stikal y Solishta) donde la población cristiana se entremezcla con búlgaros musulmanes de los alrededores (islamización de la región de los Rodopes durante la ocupación otomana – durante el siglo XVII). Bajando un poco más por la carretera, a varios kilómetros de allí, se encuentra el pueblo de Guela, considerado como el pueblo natal de Orfeo. Esa es la razón por la que aquí se encuentra una de las Academia de música folclórica más famosa de Bulgaria (Shiroka Laka) y además todos los meses de agosto en Guela se celebra uno de los festivales con más expectación.

Dormirán en un hotel de 4 ***, en el centro del Pueblo. Etapa  (100 km)

Día 12: SHIROCA LAKA > BANSKO - En Pirin. Continuará para entrar en la sierra de Pirin. Llegarán a Bansko. Es la estación de deportes de invierno más reciente y la más animada de Bulgaria que tiene el récord de nieve, tanto en cantidad, como en duración, puesto que allí se puede esquiar desde el 15 de diciembre hasta el 15 de mayo. A 925 m. de altitud, situada en la parte más elevada y más bella de Pirin, Bansko ofrece una arquitectura única, apreciando los rasgos de la herencia cultural búlgara. Es fácilmente accesible desde Sofía (150 km). Bansko ofrece una estancia en el marco de una arquitectura única con rasgos de la herencia cultural del país. Su nombre proviene de la antigua palabra búlgara “ban”, que significa “gobernante”. El estilo de Bansko es representativo para el estilo rural de los siglos XVIII y XIX. Sus casas fortificada, únicas en su género arquitectónico, son un testimonio del carácter independiente de sus antiguos habitantes. No olviden visitar la iglesia de la Sta. Trinidad, un ejemplo precioso del Renacimiento búlgaro de 1885. Los artes decorativos, como la pintura, el tallado sobre madera, fueron tan bien desarrollados que la ciudad de Bansko se instituye como una Escuela y pone las bases de un estilo propio durante el Renacimiento búlgaro.

Por otra parte, la ciudad de Bansko tiene otro privilegio, el de ser la entrada de un parque natural nacional - La cordillera de Pirin. El parque nacional de Pirin se extiende sobre la mayor parte de la cordillera de Pirin en suroeste de Bulgaria. El parque es patrimonio mundial de la UNESCO. Se extiende sobre una superficie de 274 km² (27.400 ha), a una altura desde los 1008 m. hasta los 2914 m. A varios Km. de Dobarsko, en Bélitsa, se encuentra el parque de los osos bailadores, o mejor dicho los exbailadores.

En Bulgaria existe una ridícula atracción, promovida por los gitanos, que consiste en hacer bailar al son de un instrumento musical a un oso, atado con una correa. Por esa razón fue creado un parque para esos osos, con el objetivo de erradicar esas malas prácticas, en gran parte financiado por la fundación Bridgitte Bardot. El camino para llegar a ese parque es bastante difícil y caótico, pero el encuentro con el rey de los animales aquí será un gran momento emocional. Dormirán a 5 km de Bansko, en un pueblo termal  pequeño llamado Banya, en un hotel de 3*, que además dispone de una piscina exterior de agua mineral caliente y 4 jacuzzis. Etapa  (140 km)

Día 13: BANSKO > RILA -Reencuentro espiritual. Al salir camino hacia la capital, van a descubrir el precioso monasterio de Rila, situado en el Parque Nacional de Rila, símbolo emblemático de la cultura cristiano-ortodoxa búlgara, protegido por la UNESCO por la calidad de sus iconostasios, su arquitectura y su historia. El monasterio se encuentra en la rivera derecha del río Rilska en el Parque natural y nacional de Rila. Es el lugar turístico más visitado en Bulgaria y está inscrito en la lista de la UNESCO como patrimonio mundial. Ocupa una superficie de 8800.4 m² separados en 4 secciones correspondientes a los 4 puntos cardenales que tienen 300 celdas de monjes.

El Monasterio fue fondado por San Iván de Rila en 930, pero la estructura actual data del año 1335, bajo la regencia de Hrelio y por este motivo la torre defensiva del interior del monasterio lleva su nombre. San Iván de Rila fue beatificado por la iglesia ortodoxa. El monasterio sufrió varias devastaciones y destrucciones durante la época del yugo otomano, pero pudo ser protegido por los tsares rusos.

Fue también el guardián de la religión cristiana ortodoxa, cuando los católicos y los protestantes querían establecerse en tierras búlgaras en el siglo XIX. El museo del monasterio nos hace conocer su larga historia a través de los objetos de gran valor: Imágenes, libros sagrados, cruces del altar, entre las cuales está la Cruz excepcional del monje Rafael, tallado de madera durante 12 años. En el centro del patio del monasterio se eleva la Torre de Hrelio, una torre defensiva medieval muy bien conservada. Podrán dar un paseo alrededor del monasterio. Tendrán el privilegio de dormir en este lugar. Etapa  (100 km)

Día 14: RILA > SOFÍA - Vuelta a la capital. Durante este día volverán a Sofía, para poder realizar las visitas pendientes del inicio de su estancia en Bulgaria. Pasarán la noche en el mismo hotel que el 1-er día, con el fin de no perder tiempo en esta ciudad grande de casi dos millones de habitantes. Etapa  (120 km)

Día 15: Vuelta a España. Traslado al aeropuerto para volver a su vida normal, después de estos espléndidos paréntesis en Bulgaria.