Día 1: SOFÍA: Conocer la capital. Serán recogidos en el aeropuerto y trasladados a su hotel de 3* (Hotel Budapest), un buen hotel en el centro de la ciudad, cerca de los sitios de interés cultural e histórico. Dependiendo de su hora de llegada, el primer día les permitirá que conozcan la capital y su gente. Harán una visita panorámica o a pie al centro de la ciudad, con el objetivo de conocer los edificios históricos más bellos de la capital búlgara. Tendrán la posibilidad de visitar la catedral A. Nevski, la iglesia rusa San Nicolás, la rotonda San Jorge, la basílica Santa Sofía, la iglesia Santa Petka Guarnicionera, que fue totalmente destruida durante la ocupación turca, el Parlamento, la mezquita Bania Bashi construida en 1576. Cenarán en una taberna típica en el centro de la ciudad y regresarán a su hotel (Hotel Budapest) por la noche.
Día 2: SOFÍA - TROYÁN - VELIKO TÁRNOVO: La ciudad de los tzares búlgaros. Saldrán pronto por la mañana para seguir paralelamente a la vertiente norte del Balcán Central y harán una parada para visitar el monasterio de Troyán. El nombre de la ciudad de Troyán está relacionado con la antigua carretera romana que atravesaba Stara Planiná, pasando por la actual carretera de Troyán – Vía Traiana que comunicaba Misia con Tracia y con el Mar Egeo. La ciudad fue construida a principios del siglo XV, cuando los búlgaros se establecieron en este lugar, bastante inaccesible y boscoso, para escapar y esconderse de los otomanos. La alfarería y el tallado sobre madera eran unos de los oficios más desarrollados y reconocidos que permitieron la prosperidad de la ciudad. Es una joya de la arquitectura eclesiástica búlgara, donde los masones dejaron claramente sus huellas. Podrán visitar la iglesia de la Asunción en el monasterio de Troyán, un monasterio que servía a veces como refugio de Vassil Levski y es lo que atrae hoy a los visitantes.
Después de haber comido en Troyán, en una taberna, saldrán camino hacia una ciudad magnífica, la ciudad de Velico Tárnovo. Visitarán la fortaleza da Tsárevets muy bien conservada y en parte restaurada, que guarda el recuerdo del pasado glorioso que hizo de los Asenios una de las dinastías más relevantes de Europa. Tendrán la oportunidad de visitar la iglesia de los Cuarenta Mártires donde está la tumba del tsar Kaloyán, también la de San Demétrios de Salónica de estilo bizantino, donde fueron coronados los tsares Peter, Iván, Asén y Kaloyán. Paseo por la calle comercial de la ciudad. Dormirán cerca de la fortaleza de Tsárevets en un bonito hotel de encanto de 3* (Hotel Gurko), después de haber cenado a varios kilómetros de la ciudad, en Arbanasi, en una taberna típica. (270 km)
Día 3: VELIKO TÁRNOVO - MÁDARA- VARNA: La Perla del Mar Negro. Seguirán la ruta en dirección hacia la costa y harán una parada en la ciudad de Shumen para visitar las ruinas del pasado glorioso de los kanes búlgaros. En esta parte del país se sitúan las dos primeras capitales históricas de Bulgaria (Plisca y Veliki Preslav). El Jinete de Mádara - una imagen tallada en una roca a 23 m. de altura, el primer símbolo de los protobúlgaros, considerado patrimonio mundial de la UNESCO, está en el programa de visitas. A la hora de la comida en el restaurante Villa Bulgara Eko, podrán disfrutar de una animación folclórica búlgara. Un grupo de mujeres en trajes típicos les hará una presentación de tradiciones búlgaras. Tendrán la oportunidad de participar en la elaboración del pan típico búlgaro de manera tradicional. Continuarán hacia el Mar Negro. Llegarán a Varna, “La Perla del Mar Negro”. Visitarán su bonita catedral, su Museo arqueológico extraordinario, donde verán unas piezas del oro elaborado más antiguo del mundo. Paseo por la zona peatonal en el centro de la ciudad que comunica la catedral con la playa. Pasarán la noche en Varna. (240 km)
Día 4: VARNA - NESÉBAR: La ciudad de las 40 iglesias. Antes de descender hacia el Sur, siguiendo el litoral búlgaro, visitarán el Monasterio de Aladzhá. En la salida de Varna, harán una parada breve en la embocadura del río Kamchia. Harán una excursión en barco por el río, para conocer su reserva natural. Es una excursión refrescante de unos 40 min. de duración. Siguiendo el itinerario podrán disfrutar de la vista del Mar Negro, sobre todo, después de haber pasado el Cabo Émine, en la parte oriental del Balcán. Se pueden mencionar también los pequeños pueblos de Emona, de Obzor y de Biala.
Llegada a Nesébar, una península muy conocida en todo el mundo. Construida por los tracios a finales del segundo milenio a. de C., Nesébar goza de una historia rica y ajetreada, sobre todo por motivos de su estratégica situación geográfica. Podrán visitar las iglesias de Cristo Pantocrátor, la de San Salvador y sus famosos frescos o la de San Juan Aliturgete. Visita detallada de la de San Stefan.
Cena y alojamiento en un hotel espléndido de encanto 3* (Hotel St. Yoan), situado en la parte histórica de la ciudad antigua, el único que cuenta con la autorización de la UNESCO como construcción nueva en estilo arquitectural bizantino. (120 km)
Día 5: NESÉBAR - KAZANLAK - PLÓVDIV: El Valle de los Reyes Tracios. Se van a adentrar de nuevo en el país para dirigirse hacia el Valle de los Reyes tracios, la civilización más fuerte y desarrollada en su época que dominó una gran parte de Europa mucho antes que la existencia del Imperio Romano. Visitarán la magnífica iglesia rusa de Shipca. Fue construida en 1902 como monumento de la guerra ruso-turca que libera a los búlgaros del yugo otomano. En la cripta de esta iglesia se encuentran 17 sarcófagos con los restos de los soldados muertos durante los combates de 1877.
Atravesarán el puerto de Shipca para llegar a la ciudad de Kazanlak. Por el camino, cerca de las ruinas de Seuthopolis, la capital antigua del reino de los Odrysses, podrán visitar la tumba real de Seuthes III, descubierta hace muy pocos años por los arqueólogos. Está abierta al público muy recientemente y como el resto de las tumbas tracias está escondida debajo de una loma de tierra. La tumba de Kosmatka. Parada en la ciudad de Kazanlak para visitar la tumba de un rey tracio, catalogada como patrimonio mundial de la UNESCO y disfruten el arte funerario de los tracios. Visitarán una destilaría para presenciar el proceso y la producción, visitarán también su museo pequeño. Seguirán el itinerario para llegar a la ciudad milenaria de Plóvdiv.
Situado en la llanura de Tracia, en las riberas del río Maritsa y elevado en siete colinas. Es la segunda ciudad más grande de Bulgaria en cuanto a población y extensión. Después de Sofía es el segundo lugar más importante como centro cultural, histórico y turístico. El Plóvdiv Antiguo, llamado “la reserva arquitectónica de los siglos XVIII y XIX", provoca la admiración de todos los visitantes. Los restos de la civilización tracia se entremezclan con monumentos romanos, mientras que las antiguas mezquitas turcas añaden un perfume oriental a una ciudad, donde las civilizaciones que se sucedieron, a veces bastante opuestas, supieron dejar a Plóvdiv lo mejor de sí y de esta manera, convertirla en una ciudad única y original.
Darán un paseo a pie por la principal calle peatonal del Príncipe de Alexander de Báttenberg, donde podrán observar casas de estilo neobarroco, la iglesia de Santos Constantín y Elena con las imágenes religiosas pintadas por el maestro Zahari Zograf, la mezquita Dzhumayá, el anfiteatro romano, las casas museos, como las de Balabanov, Hindlyan, Kujumdjioglu y también la de Lamartine.
Pasarán la noche en un hotel de 3* (Hotel Belle Ville), situado en el corazón del casco histórico.
(360 km)
Día 6: PLÓVDIV - BANSKO: En Pirin. Tras terminar las últimas visitas en Plóvdiv, atravesarán las espléndidas montañas de los Rodopes y de Pirin. Harán una pequeña parada en la ciudad termal de Vélingrad. Situada en el centro del valle Shépinsca, en la parte más bella de los Rodopes Occidentales a 800 m de altitud, es el centro de balneoterapia más grande de Bulgaria, con sus más de 80 fuentes termales entre las cuales la conocida fuente de Kleptuza, la fuente cárstica más grande del país. Según la leyenda, en estas tierras vivía Orfeo, el cantautor mítico. Llegada a Bansko, la estación de deportes de invierno más reciente y la más animada de Bulgaria que tiene el récord de nieve, tanto en cantidad, como en duración, puesto que allí se puede esquiar desde el 15 de diciembre hasta el 15 de mayo. Situada en la parte más elevada y más bella de Pirin a una altitud de 925 m., Bansko ofrece una arquitectura única, apreciando los rasgos de la herencia cultural búlgara. Su nombre proviene de la antigua palabra búlgara “ban”, que significa “gobernante”.
El estilo de Bansko es representativo para el estilo rural de los siglos XVIII y XIX. Sus casas fortificada, únicas en su género arquitectónico, son un testimonio del carácter independiente de sus antiguos habitantes. Las casas están construidas con piedras y vigas grandes de madera, siempre con varios escondites, cerradas para el mundo exterior mediante sólidas puertas grandes y murallas fortificadas.
Esas casas fueron privilegio de los ricos de la época, todas ellas tenían chimeneas (incluso los escondites) en su interior y unas fachadas muy bien decoradas. Entre todas esas casas podrán visitar la casa Velzhanova, un claro ejemplo de la arquitectura de esta época. Visita de la iglesia de la Santa Trinidad, un ejemplo formidable del Renacimiento búlgaro de 1885. Los artes decorativos, como la pintura, el tallado sobre madera, fueron tan bien desarrollados que la ciudad de Bansko se instituye como una Escuela y pone las bases de un estilo propio durante el Renacimiento búlgaro.
Por otra parte, la ciudad de Bansko tiene otro privilegio, el de ser la entrada de un parque natural nacional - El Parque nacional de Pirin. Este parque nacional se extiende sobre la mayor parte de la cordillera de Pirin en el suroeste de Bulgaria. El parque es patrimonio mundial de la UNESCO. Se extiende sobre una superficie de 274 km² (27.400 ha), a una altura desde los 1008 m. hasta los 2914 m. Dobarsko es un pueblecito escondido en la naturaleza de Pirin. Ofrece unas vistas espectaculares de Pirin. Además de la belleza de sus paisajes y de la bondad de sus habitantes, Dobarsko alberga uno de los 100 monumentos del patrimonio nacional búlgaro. La iglesia San Teodoro que data del año 1614 Medio ambiente intacto, naturaleza preciosa, autenticidad real son las palabras que definen de la mejor manera posible este pequeño pueblo. Las personas más conocidas de este pueblo son sus abuelas (Dobarski babi). Ellas salvaguardan y perpetúan los cantos y las costumbres del pueblo. El concierto será en una taberna de un pequeño hotel familiar donde también cenarán. Les escucharán cantar vestidos en trajes tradicionales de la región de colores vivos. Noche en un hotel de 3* (Hotel Martin), situado en el centro de Bansko, muy tranquilo. (190 km)
Día 7: BANSKO - RILA - SOFÍA: Encuentro espiritual en Rila. Por la mañana, saldrán en dirección hacia la capital Sofía para visitar el monasterio más grande y más conocido de los Balcanes, el Monasterio de Rila. El monasterio se encuentra en la ribera derecha del río Rilska en el Parque natural y nacional de Rila. Es el lugar turístico más visitado en Bulgaria y está inscrito en la lista de la UNESCO como patrimonio mundial. Ocupa una superficie de 8.800 m²separados en 4 secciones correspondientes a los 4 puntos cardenales que tienen 300 celdas de monjes.
El Monasterio fue fondado por Asen Iván de Rila en 930, pero la estructura actual data del año 1335, bajo la regencia de Hrelio y por este motivo la torre defensiva del interior del monasterio lleva su nombre. San Iván de Rila fue beatificado por la iglesia ortodoxa. El monasterio sufrió varias devastaciones y destrucciones durante la época del yugo otomano, pero pudo ser protegido por los tsares rusos. Fue también el guardián de la religión cristiana ortodoxa, cuando los católicos y los protestantes querían establecerse en tierras búlgaras en el siglo XIX. Sus arcas, columnas, decoraciones de madera y pinturas son de una belleza excepcional. La iglesia de la Dormición de la Virgen es considerada como la iglesia con los mejores frescos en Bulgaria. Su iconostasio de madera tallada es único y universal.
El museo del monasterio nos descubre su larga historia por los objetos de gran valor que contiene entre sus paredes. Imágenes, libros sagrados, cruces del altar, entre las cuales está la Cruz excepcional del monje Rafael, esculpido de madera, trabajada durante 12 años. Manuscritos glagólicos del siglo XIX, ejemplares de evangelios sobre pergaminos del siglo XIII. En el centro del patio del monasterio se eleva la Torre de Hrelio, una torre defensiva medieval muy bien conservada.
El monasterio es el protector de la identidad búlgara, símbolo de la resistencia, situado en un lugar excepcional de bosque frondoso. ¡Impresionante! Después de haber comido en un restaurante al lado del río que desciende de la montaña, en plena naturaleza, especialidades de pescados, saldrán hacia Sofía. Les aconsejamos que vuelvan a los alrededores de Sofía, a Boyana, al pie del monte Vitosha, para visitar el Museo Histórico Nacional que fue la antigua residencia comunista de Todor Zhivkov, donde podrán conocer un poco más la cultura y la historia búlgara, representadas por objetos de cada época.
Su visita les ayudará a comprender un poco más el pueblo búlgaro, así como podrá ver el famoso tesoro tracio descubierto en Panagiurishte. Pasarán la noche en el mismo hotel de 3* que el día de su llegada. (200 km)
Día 8: SOFÍA: Vuelta a España. En función de la hora de salida de su avión para España, tendrán un poco de tiempo libre en Sofía.
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