Día 1: Vuelo de llegada a Edimburgo
Vuestra aventura en Escocia acaba de empezar, ¡acabáis de llegar a Edimburgo! Una vez que os hayáis acomodado en vuestro alojamiento, no se nos ocurre un mejor plan que recorrer a pie la Royal Mile en la Old Town y los barrios más exclusivos de la New Town articulados en torno a la bulliciosa Princes Street. El pasado medieval y la historia más reciente de la ciudad se combinan en una formidable trama urbana que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Otro planazo en pareja es perderse en el Parque de Holyrood y subir hasta la colina de Arthur’s Seat, ¡la panorámica de la ciudad os dejará sin palabras! La capital de Escocia es la joya de la corona y encierra múltiples planes para todos los gustos. Como sabemos que un solo día no es suficiente para descubrir todos sus secretos, podemos añadir un día extra en Edimburgo al inicio o al final del itinerario, ¡la decisión es vuestra!
Día 2: St Andrews, El Castillo de Glamis, Dunkeld y Pitlochry
Empieza lo bueno, por fin ha llegado el día de recoger el coche de alquilar y lanzarse a la carretera. ¡Un país de ensueño os está esperando! Tras pasar al lado del imponente puente de acero de Forth Bridge, pondréis rumbo al norte y os adentraréis en las Lowlands. Aunque las tierras bajas de Escocia son menos conocidas que sus hermanas del norte, las suaves colinas salpicadas de ovejas y sus encantadores pueblecitos os robarán el corazón. El primer alto en el camino es St Andrews, una de las ciudades más antiguas de Escocia y mundialmente conocida por ser la cuna del golf. Pasear entre los jardines de su Universidad, perderse entre las ruinas de la catedral y tomar un respiro en sus hermosas playas es un plan perfecto. A continuación os recomendamos visitar el Castillo de Glamis, famoso por las historias de fantasmas que lo rodean, y descubrir la hermosa catedral de Dunkeld a orillas del río Tay. Hoy pasaréis la noche en Pitlochry, un pintoresco y coqueto pueblecito victoriano ideal para pasar una velada en pareja.
Día 3: Las Cascadas de Bruar, Queen's View, El Castillo de Stirling y regreso a Edimburgo
Vuestro último día en ruta combina lo mejor de los encantos naturales de Escocia con su apasionante y turbulenta historia. A tiro de piedra de Pitlochry se encuentran las espectaculares Cascadas de Bruar y el Mirador de la Reina o Queen’s View, donde podréis disfrutar de esta increíble panorámica que robó el corazón a la reina Victoria en 1866. Descubrid a vuestro ritmo este escenario natural a las puertas del Parque Nacional de Cairngorms. Preparar un picnic en las orillas del lago nos parece una idea perfecta para reponer fuerzas antes de volver a la carretera. La historia de Escocia se escribió en los alrededores de la preciosa ciudad medieval de Stirling, especialmente tras las batallas de Stirling Bridge y Bannockburn. Desde el castillo tendréis una vista preciosa del Monumento Nacional a William Wallace. Cuando os incorporéis a la autovía no perdáis de vista las esculturas gigantes de los Kelpies a vuestra derecha, los famosos caballos de la mitología celta os anunciarán que estáis llegando a Edimburgo para pasar vuestra última noche en Escocia.
Día 4: Vuelo de regreso
Nota: este itinerario puede extenderse en caso de que el viajero
lo desee.