Nuestra aventura por el continente chino, comienza en Beijing. Durante varios días tendremos la oportunidad de descubrir todos sus rincones y monumentos más afamados, como la Gran Muralla o La Ciudad Prohibida. Pero también habrá tiempo para adentrarnos en barrios de hutongs poco frecuentados, así como disfrutar de las zonas más actuales y artísticas como la Fábrica 798.
En dirección a las Montañas de las Cinco Terrazas, tomaremos un tren introduciéndonos en lo que será un espectáculo de color social a lo largo de nuestro primer trayecto por el país, dejándonos con la boca abierta. Esta cordillera budista, es la más sagrada del norte del país, por eso Wutai Shan es un centro importante de peregrinaje budista. El entorno verde y frondoso, ofrece una oportunidad única de hacer senderismo por los alrededores, dónde se encuentran repartidos más de 20 templos.
Tras nuestra parada espiritual, llegaremos a una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de China. Pingyao, aunque parece una ciudad de cine, es totalmente real. Mantiene al 100% la arquitectura típicamente china, lo que incita a pasear por sus tranquilas calles para disfrutar de la vida diaria de una ciudad tan viva. Además la oferta cultural es enorme, El museo del banco, La residencia de Lei Lutai o el Templo de Confucio son atracciones opcionales que no permitirán ni un minuto de aburrimiento. Por las mañanas es muy divertido salir de las murallas para practicar, en los parques de la ciudad, taichí con el resto de lugareños.
El viaje activo continúa en Xian, la que fue próspera ciudad de emperadores, e inicio de la legendaria Ruta de la Seda. Xian conserva mucha de su arquitectura tradicional y la distribución de sus calles es fácil para recorrerla a pie. El barrio musulmán, La gran Pagoda, o las murallas son visitas obligadas dentro de la abundante oferta cultural que nos ofrece Xian. Por supuesto dedicaremos medio día para contemplar atónitos los famosos e imponentes Guerreros de terracota.
Desde Xian nos embarcaremos en el “tren de las nubes” hacia el que fue uno de los países más aislados y desconocidos hasta hace pocos años. Durante dos días cruzaremos miles de kilómetros viendo paisajes sorprendentes, hasta llegar a la misteriosa Lhasa a 3.650 mt sobre el nivel del mar. Del total de nueve días que disfrutaremos del Tíbet, necesitaremos un par de ellos como aclimatación a la altura. Aprovecharemos esos días para descubrir las maravillas de la ciudad capital: el Palacio de Potala, el Templo de Jokhang, el Monasterio deSera, El Monasterio de Drepung, el mercado de Barkhor, el Monasterio de Ganden... Sorprendentes lugares de un misticismo inigualable en el planeta, dónde aún la población vive con fervor su espiritualidad.
Nos despediremos de la eterna Lasha para comenzar a recorrer, durante varios días, la Carretera de la Amistad, en dirección a Nepal. Nos deslumbramos con el azul turquesa del Llago Yamdrok-Tso, atravesando el paso del Kamba-la (5.010 mt)
Iremos descubriendo poblaciones, aldeas y pequeñas ciudades como Gyantse, para con calma, descubrir el Monasterio Panchen Lama, la Estupa de Khumbula o el extraordinario Monasterio de Phalkhor. Shigatse, Shakya, Xegar.
Nuestro trayecto nos llevará hacia Tingri atravesando el paso de Lalungla desde dónde veremos unas vistas del monte Xisapangma (8212m) y del Cho-oyu (8.201 mt) que se nos grabarán en el corazón.
En el caso de que el gobierno nos autorice a acceder al campamento base del Everest, pasaremos la noche en carpas tibetanas en la base del monte más alto del planeta, para disfrutar por la mañana de la cara norte de la ladera.
La última noche en el Tíbet la pasaremos en Nyalam para asimilar las maravillas que hemos dejado atrás, y pensando que aún nos quedan días por disfrutar.
Atravesaremos todos los Himalayas para llegar al verdor del valle de Katmandú, que podremos disfrutar y relajarnos durante varios días, paseando por sus frenéticas callejuelas, haciendo algunas compras, y visitando el Mahabouddha, la famosa estupa de Swayambunath, o pasar la tarde mirando el ambiente de la plaza Durbar
Haciendo una parada en Nueva Delhi, volveremos con las pilas cargadas de ilusión y habiendo vivido una experiencia única en la vida.
¿Cómo valoran los viajeros las propuestas que reciben de la agencia para este viaje?
Atención muy buena