¿Qué ver en Angkor?

Lo que tienes que hacer y ver en Angkor

• Angkor Wat es el mayor templo y el mejor conservado de todos los que forman la región de Angkor. Fue construido a principios del siglo XII y constituye un claro ejemplo de la magnitud de la antigua capital del Imperior Jemer, siendo el principal reclamo turístico de la zona. Dedicado al dios hindú Visnu, el templo de Angkor Wat fue un espacio al que sólo tenía acceso la élite monárquica y sacerdotal, pues era considerada la morada de los dioses. Como monumento, esta construcción es la más relevante de todo el complejo, hasta el punto de que está valorada como una de las estructuras arqueológicas más bellas del planeta.

• Junto con Angkor Wat, otro punto indispensable de cualquier viaje a Angkor es el recinto de Angkor Thom, una antigua ciudad fortificada de dimensiones descomunales. Mandada a construir en los siglos XII y XIII por el rey Jayavarman VII, destaca sobre todo por haber sido creada intramuros y conectada con el el exterior a través de diferentes puertas de piedra caliza como la de la Victoria. Ésta es, sin duda, la más conocida ya que conecta con otro de los monumentos de Angkor, la Terraza de los Elefantes, un sitio arqueológico con impresionantes relieves de este animal.

• En el centro de Angkor Thom se erige otro gran atractivo de la región, el templo de Bayón, un monumental complejo de culto construido en estilo budista, en el periodo de transición entre el hinduismo y el budismo, popular por haber sido la última construcción de Angkor. Además de por su estructura, el templo de Bayón destaca por sus bajorrelieves, que ilustran escenas de la mitología y la civilización Jemer, y por las enigmáticas caras de Buda -en total son 216- que adornan, por los cuatro costados, las torres del recinto.

• Asimismo, otro punto que el viajero no debería dejar de visitar es el complejo Preah Khan, situado al noroeste de Angkor Thom y construido como lugar de culto y oración. Son relevantes sus puertas y los relieves que en ellas pueden observarse, donde los dioses y los demonios se representan tirando de una serpiente como símbolo de equilibrio y armonía del universo.

• Junto con los grandes templos y espacios de Angkor también pueden visitarse otros de menores que, a pesar de no contar con tanta fama, resultan igualmente de gran interés para el viajero. Un ejemplo de ello es el templo Ta Prohm, singular por mostrar la perfecta comunión entre la naturaleza y la obra del ser humano, siendo aquí protagonistas los árboles que “abrazan” la construcción como si la selva se introdujera en la antigua arquitectura Jemer. Resulta, sin lugar a dudas, uno de los puntos donde más pueden disfrutar los amantes de la fotografía.

• Y aprovechando que quizás sea la ciudad de Siem Riep el lugar donde el viajero desee alojarse, éste podrá visitar algunos de sus principales atractivos como los jardines reales o la Pagoda Bo (Wat Bo), uno de los templos más antiguos de la ciudad que contiene una importante colección de pinturas murales del siglo XIX.