¿Qué ver en Rodas?

Lo que tienes que hacer y ver en Rodas

• Pasear por la Ciudad Medieval de Rodas. El casco histórico de la capital insular es uno de los centros históricos medievales mejor conservados de Europa. Su amalgama de arquitecturas bizantina y otomana y la presencia de edificios tan impresionantes como el Palacio del Gran Maestre hacen que su visita sea totalmente recomendable.

• El espíritu medieval de esta ciudad, que fue durante muchos años el bastión de la orden de los Caballeros Hospitalarios, tiene su máxima expresión en la pintoresca e imprescindible Calle de los Caballeros.

• Fuera del centro histórico de la capital, no debe dejar de visitarse el puerto de Mandráki, donde según las antiguas crónicas se asentaba el mítico Coloso de Rodas. Tampoco los restos de la antigua acrópolis de la ciudad.

• En los alrededores del puerto es posible también acercarse al excelente acuario local y aprender un poco sobre la fauna marina propia de esta zona del Egeo.

• Alejándose de la capital, el viajero podrá empaparse de las tradiciones locales en la pintoresca ciudad de Koskinóu, guardiana de una buena parte de los festejos y costumbres de la isla.

• Rodas es un lugar bastante estimado por los practicantes de windsurf y el kitesurf. Los vientos del Egeo y la configuración de las playas locales hacen de la isla un excelente spot para la práctica de ambas disciplinas. Ialissós es, probablemente, el mejor lugar de todos. El resto de las playas locales, aunque no son probablemente las mejores del Dodecaneso, son considerablemente bellas y garantizan chapuzones de primera clase.

• Sumergirse en el pasado de Rodas visitando las ruinas de Cámiros (Kámeiros) o las de Líndos. Ésta última población es especialmente encantadora, gracias a que ofrece la estampa clásica de los asentamientos de Egeo, con pequeñas calles repletas de casas blancas asomándose al mar. Una panorámica que, no por clásica, deja de ser menos bella.

• El rocoso interior de Rodas permite también la posibilidad de practicar un poco de senderismo y, en menor medida, bicicleta, especialmente en los alrededores del Monte Atáviros.

• Los viajeros más marchosos no echaran en falta en Rodas el legendario ambiente nocturno que impone su ley en la gran mayoría de las islas griegas. A los viajeros menos amantes de la fiesta quizás no les atraerá tanto la idea de sumergirse en el bullicio de la abundante oferta local de pubs, bares y discotecas.