“En el camino” (recientemente reeditada como En la carretera) es considerada la obra más importande de Jack Kerouac y de la generación beat, movimiento del cual Kerouac es el autor más representativo. Los miembros del grupo, o beatniks, fueron pioneros en la liberación moral de la sociedad estadounidense, y mostraron gran interés por el jazz, la poesía, las religiones orientales, todo tipo de drogas y nuevas experiencias sexuales.
En el camino narra los viajes por Estados Unidos a finales de los años 40 de Jack Kerouac y Neal Cassady, caracterizados como Sal Paradise y Dean Moriarty, respectivamente. El libro describe los 2 trayectos coast to coast (costa a costa) de los EEUU, así como un tercer viaje que les llevaría hasta México. Cassady es el hilo conductor de la novela, la chispa que lleva a Sal Paradise a dejar atrás una vida de escritor relativamente acomodada y con proyección, para pasar a vivir con los más pobres y repudiados de la sociedad, a los barrios más decadentes y a la vida desenfrenada, siempre con ritmo de bebop.
Lo apasionante de estos viajes es que surgían de manera espontánea y sin ningún tipo de preparación. Simplemente se lanzaban a la carretera con poco o nada, sin otro objetivo que llegar a San Francisco o a Denver al ser invitados por algún amigo, pero sin restricciones morales ni temporales. En autostop, como polizones, con un coche robado, cualquier medio es bueno para prolongar my life on the road (mi vida en la carretera), como la describió Kerouac. Y si una persona o idea se cruza en el camino, ¿por qué no seguirla hasta el final?
Los personajes evolucionan con la novela. Sus viajes, las drogas y las experiencias marcan profundamente su personalidad y sus vidas. Se casan, se divorcian, traicionan, son traicionados y pasan de la más absoluta euforia a a la depresión. Como lector, casi con cada personaje se pasa del amor al odio, de la empatía a la aversión o lástima, y todo con un poso de envidia y admiración. Los protagonistas de la novela, -Paradise, Moriarty y el grupo que los rodea-, son hombres libres, irreflexivos y sin ataduras, lo que les lleva a una vida de experiencias que la mayoría de nosotros nunca vivirá por precavidos y por seguir los raíles que otros han clavado por nosotros. En los momentos álgidos de En el camino el corazón se acelera y una rabia interior te posee, llevándote a preguntarte “¿qué hago? ¿por qué no salgo ahí afuera a vivir todas las locuras lejos de mi alcance?”. Amistad, mujeres, drogas, poesía; vida; viajes. Todo se mezcla en una monodosis que se inyecta en vena, creando taquicardias en el corazón de los más fríos.
[atención, si tienes intención de leerte el libro sáltate este párrafo]
Pero como toda droga, después de la euforia vienen las consecuencias. La última parte de la novela narra la decadencia de su vida de impulsos y consumo de emociones. Mujeres e hijos abandonados, enfermedades, desencantos y adicciones transcurren por delante de los ojos del lector, y esa envidia y ese arrebato dejan paso a la congoja que supone ver la caída de los héroes desde el pedestal. Si se investiga la vida de los protagonistas, Kerouac murió a los 47 años a causa de una cirrosis, y Cassady murió a la intemperie en México, tras (supuestamente) una sobredosis; otros personajes de la novela mueren en accidentes, siempre relacionados con el consumo de drogas.
En el camino es un libro de viajes, quizá uno de los más puros y crudos. Leerlo abre una ventana a la felicidad y a las miserias, a las experiencias sin filtro ni amortiguación. Su influencia y huella son innegables en la cultura de los años 60, y ha sido reconocida por autores como Bob Dylan o Jim Morrison. Todo esto la convierte hoy en día en una novela de culto y una lectura imprescindible para aquellos que nos catalogamos como viajeros. Los viajes a Estados Unidos nunca decepcionan.
🙂
De todos los personajes, uno persiste en mi memoria: se dedica a “las cosas en sí mismas”
No escribo con deseo expreso de verme publicado.