No sólo de playas vive el hombre durante el verano. Hay viajeros que prefieren huir de las altas temperaturas y refugiarse en lugares donde el termómetro registra guarismos más suaves. El norte de Europa está repleto de destinos que cumplen con estos requisitos, pero quizás ninguno sea tan mítico como el Cabo Norte en Noruega.
Para llegar a este célebre rincón del mundo primero tendrás que buscar en el mapa el nombre de Honningsvåg. Desde esta pequeña localidad de Laponia Noruega parte la carretera que te llevará hasta el punto más septentrional de la Europa Continental en poco más de 45 minutos.
En los viajes a Noruega encontrarás multitud de experiencias increíbles, pero llegar hasta Cabo Norte es una de las más emocionales por todo lo que representa. Para muchos viajeros pioneros significó en su momento llegar al techo del mundo, al final de un largo camino.
Los mejores paisajes en Cabo Norte para ver en vacaciones de verano
Antes de alcanzar esa meta te darás cuenta que los paisajes son de una belleza indescriptible. Hasta 1950 sólo se podía acceder por mar hasta el Cabo Norte, aunque hoy en día la carretera sólo está abierta al tráfico entre abril y octubre. Así que aprovecha el verano para conocer este singular lugar del mundo.
71º10’21″ una latitud de vértigo donde podrás encontrar el Monumento a los Niños del Mundo y unas panorámicas espectaculares. El sonido del mar chocando violentamente contra preciosos acantilados de más de 300 metros es sobrecogedor.
Otro gran atractivo del Cabo Norte en verano es la posibilidad de contemplar el sol de medianoche. Si hace buen tiempo la luz es mágica y perfecta para los amantes de la fotografía.
Como curiosidad tienes que saber que el lugar más al norte del continente es Knivskjelodden, ubicado 3 kilómetros al oeste del Cabo Norte, aunque es éste el que se lleva toda la gloria.
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