Llevábamos ya dos semanas en Costa Rica, habíamos estado en el Caribe (Puerto Viejo, Cahuita, Tortuguero), el centro (Arenal) y el Pacífico (Playa Grande). Visitas a muchos parques naturales y excursiones por el bosque nos habían dado la oportunidad de ver cantidad de animales, plantas y paisajes singulares. Pero ya en los últimos días, cuando nos dedicábamos más a relajarnos y descansar fue cuando nos llevamos la más agradable sorpresa.
Cuando la naturaleza te sorprende
En Costa Rica amanece sobre las cinco y media, así que nos íbamos para la playa a las seis para pillar algunas olas. A esa hora la playa está bien tranquila, mostrando su luz y soledad a los pocos madrugadores que siempre nos saludamos a estas horas. ¡Cuál fue mi sorpresa cuando al dejar la tabla sobre la soleada arena unas “piedrecias” que había a mi lado empezaron a moverse! Al momento distinguí una pequeña cabeza y 4 aletas que salían del cuerpo de las “piedrecitas”, eran tortugas. Tres pequeñas crías de tortuga baula. Acababan de salir de la arena y avanzaban hacia el océano en carreras cortas impulsadas con sus descontroladas aletas delanteras.
No dábamos crédito a lo que veíamos. La tortuga baula o laúd es la especie más grande de tortuga, puede llegar a medir hasta 2 metros. Está en peligro de extinción y en la mayoría de playas dónde se conoce que desovan se reubican sus huevos para protegerlos de depredadores y furtivos. Ya habíamos visto una baula de 1,6m desovar de noche en la playa de Gandoca (Caribe sur), y poco o nada nos esperábamos volver a ver en vivo y de cerca otro de estos animales.
¿Que posibilidades hay? Una tortuga desovó en la playa Guiones de Nosara, nadie la vio y sus huevos descansaron enterrados durante dos meses. Cuando las tortugas salieron del huevo, todas a la vez, excavaron hacia la superficie. En plena noche se lanzaron en carrera hacia el agua. Algo pasó con esas tres, que llegada la mañana seguían excavando la arena que las cubría. Y allí estábamos nosotros contemplando el final de su nacimiento, viendo como se alejaban llevadas por las olas y sabiendo que nadie más las vería de nuevo hasta que se hicieran adultas. Fuimos los padrinos.
Además el hecho de estar a solas en la playa con esas tres tortuguitas lo hizo un momento aun más especial. Con nuestra presencia evitamos que los gavilanes y otras aves bajaran a por ellas. También espantamos un perro que andaba cerca, cuya curiosidad podría haber acabado con la vida de estos pequeños reptiles.
A veces la misma naturaleza te regala momentos como este, algo tan simple, pero es lo mejor que recuerdo de ese día que acababa de comenzar. Los viajes a Costa Rica deparan sorpresas como ésta.
Motivos del actual peligro de extinción de la tortuga baula:
- Buscadores “furtivos” de huevos. Aun siendo una especie protegida en muchos países. Sus huevos siguen siendo de gran aprecio y hay un mercado ilegal a pequeña escala.
- Modificación de las playas de desove. La actividad urbanística que afecta a las playas modifica el hábitat de anidaje de esta especie.
- Actividad humana en la playa. Sin querer se pueden destruir huevos o nidos escondidos (plantar una sombrilla, una papelera o un chiringuito)
- Consumo de plástico. La baula se alimenta de medusas, así que suelen ingerir muchas bolsas de plástico en su lugar.
- Actividad marítima. Cheques con barcas, hilos de pescar, redes, consumo de aceite… estas cosas no suelen matar a las tortugas, pero las dejan gravemente heridas.
que momento tan bonito!
Gran artículo !! Dan ganas de ir
Sin palabras. Nosotros solemos dar información solo de España pero es una maravilla conocer lugares como Costa Rica. ¡Qué fotografías! Seguro que lo disfrutasteis muchísimo. Nos quedamos muertos de envidia.
Nos gusta mucho tu relato. Compartimos en facebook y twitter!
saludos.