Reconozco que nada más vi caer la primera gota de lluvia en nuestro último día del viaje a Perú pensé que Inti, el dios Sol Inca, se estaba despidiendo a su manera de nosotros y a través de uno los elementos de la naturaleza más preciados. Ya puestos a cavilar me imaginé, entre aquellas imponentes ruinas de Sacsayhuamán, cómo el propio Inti desplegaría de nuevo sus rayos para darme la bienvenida en otro de mis próximos viajes a Perú; al fin y al cabo, si algo tuve claro a mi vuelta es que Perú se había convertido de manera repentina en una segunda casa para mí.
Hace menos de 72 horas que regresé de una aventura que inicié junto a dos compañeros blogueros de viaje, Laura de Viaje al atardecer y Frank de Infodestino, por un país que toda la vida había deseado visitar, seducida por su atrayente cultura y, sí, lo reconozco, por la icónica figura de su maravilla mundial, el Machu Picchu.
Cómo viví mi viaje a Perú
Bastan menos de 5 días para comprender la magnitud de lo que significa un concepto que todo peruano defiende y saca a la palestra cuando se trata de hablar de Perú. “Cultura viva “, algo de lo que tomas conciencia desde el primer minuto y clave de por qué es hoy un destino de viaje de primer nivel. Asociada a esta idea está la del turismo responsable que Perú promueve, sabedor de la riqueza que posee y por la que se abre al mundo con la firme convicción de preservar su patrimonio como auténtico símbolo de fortaleza.
Dicen que bien acaba lo que bien empieza y este viaje no pudo comenzar mejor. Volar durante 12 horas resulta de todo menos agotador si se hace en clase ‘business’, algo que agradecer a KLM, aerolínea que junto a Promperú ha hecho posible este ‘blogtrip’. Más allá de la experiencia de viajar en ‘business’, la atención y servicio recibidos en los vuelos fueron en todo momento excelentes, cuidando el detalle y teniendo en cuenta las necesidades de cada pasajero.
Ya en territorio peruano, me sorprendió en mis primeras horas en el destino lo poco que conocía del Perú no incaico. Reparar este error cuesta bien poco en una visita a Lima, un buen punto de partida -imprescindible el Museo Larco- para descubrir toda la riqueza anterior a este estado precolombino y a sus grandes gobernantes, los descendientes sagrados del Sol y amos de todo el imperio o ‘Tahuantinsuyo’.
Lima me cautivó y confieso que me hubiera gustado pasar más tiempo perdida entre sus calles. Pero de igual modo he de advertir que pasada la barrera física de los Andes, hay un Perú doblemente atractivo que tiene como epicentro la antigua capital del Imperio Inca: Cusco. Aquí ya sí nos dejamos llevar por la fuerza y energía de una civilización que asombra por la perfección de sus construcciones, por su sabiduría y creencias y por la belleza y practicidad de los espacios que diseñaban.
Visitar el Machu Picchu es, desde luego, una de las mejores experiencias que me llevo de estos días, y creo no arriesgarme si afirmo que, posiblemente, una de las más especiales de todos los viajes, pasados y futuros, que pueda realizar. Pero en viajes a Perú como el que recientemente he tenido el privilegio de compartir hay mucho más a destacar, vivencias que no necesariamente van ligadas a un yacimiento arqueológico o visita turística y que, todavía más si cabe, convierten Perú en un destino de viaje inolvidable.
Así, poco más de una semana después de haber partido, hago memoria de aquellos pequeños tesoros que he ido acumulando a lo largo del viaje y el resultado es una amalgama de experiencias que, desde las más comunes a las más sobrecogedoras, hacen de Perú un lugar único en el mundo. Desde ese recuerdo todavía patente desde el que escribo no puedo dejar de sonreír al imaginarme a esos niños de Chinchero con los que nos encontramos en nuestro camino por el Valle Sagrado, evocando ese anochecer mágico en Ollantaytambo, aquel cielo plagado de estrellas en Cusco y el precioso paisaje que, desde la ventana del Inca Rail, servía de perfecto prolegómeno para lo que estábamos a punto de vivir. Imborrables memorias de nuestra experiencia en el país del cóndor, ese que sobrevolará los nevados Andes una vez más e inmune al paso del tiempo, seguirá conectando por siempre y como se creía antaño, el cielo con la tierra peruana.
Éstas son sólo algunas de mis experiencias, pero tú también puedes contarnos las tuyas reservando a través de BuscoUnViaje.com uno de nuestros viajes a Perú recomendados:
Magnífico post Cristina, lo he disfrutado mucho!!
Muchas gracias Teresa, escribir sobre experiencias tan maravillosas como ésta es un placer ¡Qué bonito es Perú!