Triángulo dorado es la opción de viaje perfecta aquellos viajeros que no disponen de mucho tiempo, y deseen conocer el corazón hindú del triángulo monumental de Rajastán de una manera más sencilla. Una alternativa para disfrutar de un itinerario práctico e intenso para descubrir la cultura, monumentos, espiritualidad y tradiciones indias.
La magia de la India se descubre día a día, paseando por sus bazares y mercados de especias, llenos de vida y color, mientras se esquivan las vacas sagradas que toman las calles. Viajar de forma activa a India, implica sentir estar dentro de una película trepidante, con personajes con turbantes, encantadores de serpientes, ascetas errantes y ceremonias religiosas llenas de música.
La enigmática India, te asombra por su diversidad. Ciudades bulliciosas, monumentos grandiosos, paisajes de ensueño, templos sagrados, montañas salpicadas de aldeas, senderos por bosques húmedos, lagos románticos o desiertos de arena permiten que una aventura como esta, se convierta en una inmersión a lo desconocido.
Su historia, repleta de continuas invasiones y civilizaciones, es una verdadera epopeya marcando el carácter del país. Los harapa, arios, mongoles, británicos… entre muchos otros, ejercieron su poder en India, y una fuerte influencia en la religión. Un cóctel de creencias que para un viajero inquieto, siempre supondrá un aprendizaje continuo entre los hindúes, sijs, Jainistas, budistas…
Actividades opcionales propuestas como la práctica del yoga, la meditación, el contacto directo con la población, llevará implícito una introducción en su rica cultura para entender sus tradiciones y enfrentarnos con muchas de nuestras propias contradicciones.
No importan los motivos para visitar India, espirituales, culturales, históricos o gastronómicos. Un viaje cultural en la intrigante India, nunca deja indiferente. Fascinante, paradójica y a menudo hasta incomprensible, la India se debe visitar al menos una vez en la vida.