Día 1: Pamplona
¡Nos vamos de puente! Por fin pondremos cara a todos esos nuevos amigos con los que llevamos días chateando en el grupo de Whatsapp. ¿Quién es quién? ¿A cuántos reconocerás a simple vista?
¡Por fin las 14:00 horas! Ha llegado el momento del encuentro en la recepción del hotel con el resto del grupo. Primeras presentaciones oficiales, distribución de habitaciones y salimos a comer (almuerzo libre no incluido)
Después haremos una visita con guía local recorriendo a pie los principales lugares históricos y los monumentos más representativos de la ciudad: La Plaza del Ayuntamiento, donde comienzan y terminan las fiestas de San Fermín; la Iglesia de San Saturnino; la calle Mercaderes, la curva de la Estafeta, el altar de San Fermín; la Catedral, y como no, la zona de bares de pintxos, ¿no se os hace la boca agua ya de imaginar esos pintxos ricos?
Volvemos al hotel a ponernos guapos, es nuestra primera noche juntos y hay que aprovecharla. Tenemos preparada una estupenda cena de bienvenida en un restaurante típico de la ciudad (cena opcional) y luego… ¡a conocer la noche pamplonica!
Alojamiento en el hotel.
Día 2: Selva de Irati - Ochagavía - Foz de Arbayun
Desayuno en el hotel.
Salida en bus a la hora convenida hacia el Valle de Salazar. En nuestro camino hacia los Pirineos, atravesaremos pequeños pueblos llenos de encanto, ríos y paisajes de montaña maravillosos.
Dejando a mano izquierda el pueblo de Ochagavía, nos adentraremos en una sinuosa carretera que nos acercara hasta la Selva del Irati, el segundo hayedo más grande de Europa después de la Selva Negra.
La Selva de Irati tiene una extensión de 21.000 hectáreas, distribuidas entre los Valles de Aezkoa, Salazar e incluso una parte en Francia.
Desde el parking donde nos dejará nuestro autobús, junto al coordinador, iniciaremos una sencilla ruta de senderismo de aproximadamente 3 km entre las hayas por uno de los lugares más representativos de Irati. En su interior cuenta con áreas de especial protección, como la reserva de Mendilatz con 119 hectáreas de hayas centenarias o la de Lizardoia con hayas de entre treinta y cuarenta metros de altura. Y algunos de sus árboles han sido declarados monumentos naturales. ¡Es un hayedo espectacular! ¡3 kilómetros de vuelta y ya estaremos de nuevo en el autocar!
Después del paseo llegaremos a Ochagavía, una de las localidades más bellas de Navarra, en la que el tiempo parece que se ha quedado detenido. Tendremos tiempo para comer y tras la comida pasearemos por sus empedradas calles, sus pintorescos caseríos, y sus bonitas casas palacio.
Nuestra última parada será a la entrada del Valle, para ver la espectacular Foz de Arbayun, conocida como “la Reina de las Foces”, la más extensa e impresionante de las gargantas navarras. ¡Nos vamos a quedar todos boquiabiertos con el paisaje que nos espera! Un desfiladero de casi 6 kilómetros de imponentes paredes verticales de 200 metros, por los que transcurre el Río Salazar. Que a nadie se le olvide que esta foz ha sido declarada Reserva Natural y Zona de Especial Protección de las Aves, no solo por lo impresionante que es, sino también por la colonia de buitres leonados que la habita. ¡No nos digáis que esto no merece mil fotos!
Regreso a Pamplona. Salimos a cenar (no incluida) y ¡nos vamos de copas y a disfrutar del ambiente!
Día 3: Valle del Baztán - Elizondo
Hoy nos toca día de misterios, de brujas, hechiceros, leyendas… y todo un popurrí de seres de la mitología de la zona.
Desayunamos y salimos en nuestro autobús hacia la Suiza Navarra, el Valle del Baztán, en el Pirineo atlántico y muy cerca de la frontera con Francia. ¿A quién no le suena el Valle del Baztán después de la increíble Trilogía de Dolores Navarro? No os preocupéis que si no habéis podido leer los libros aún estáis a tiempo de ver las pelis.
Nuestra primera parada será en el “Mirador de Baztán” en Ziga donde podremos contemplar unas impresionantes vistas del valle. Tras la Selva de Irati, en este valle se encuentra la mayor y mejor zona forestal conservada de Navarra, una tierra de suaves montañas, bosques de hayas, castaños, fresnos etc. y caseríos o “baserris” dispersos por verdes prados y pueblos llenos de encanto que parecen sacados de una postal. Ziga destaca por su imponente iglesia de San Lorenzo, conocida como la “catedral de Baztán” de “estilo herreriano”.
A continuación iremos a Urdazubi/Urdax, población que esconde numerosos atractivos: desde puentes medievales, majestuosos caserones, antiguas construcciones o cuevas prehistóricas. Brujas, inquisidores, contrabandistas, peregrinos y monjes han ido perfilando la identidad de esta población, conocida como “la embrujada”. La atraviesan dos famosas rutas, la Ruta de la Brujería y el Camino de Santiago Baztanés siendo el epicentro de ambas el monasterio románico de San Salvador que está muy ligado a su historia.
Allí podremos visitar opcionalmente las Cuevas de Urdax (entrada no incluida), en formación desde hace varios cientos de miles de años gracias a la erosión del río Urtxume. Una visita guiada opcional por sus galerías nos permitirá descubrir un universo de estalactitas y estalagmitas, así como leyendas de brujas, guerrilleros y contrabandistas.
Después nos dirigiremos a Elizondo, la capital del valle conocida además por ser escenario principal de la Trilogía del Baztán y de la película el Guardián invisible, basada en la obra literaria de Dolores Redondo.
Iremos a comer (no incluida) y daremos un paseo por el pueblo. Su núcleo urbano se asienta a ambos lados del río Baztán y en su centro histórico se pueden encontrar algunos palacios de gran belleza que sin duda te sorprenderán. Además Elizondo es sin duda el paraíso del chocolate, así que después del paseo nos dejaremos endulzar por el chocolate típico del lugar llamado “Urrakin Egina”, un exquisito chocolate con avellanas tostadas ¿Ya se os hace la boca agua? A nosotros sí.
Regreso a Pamplona y… ha llegado la última noche del viaje. Habrá que aprovecharla al máximo, así que todo el mundo preparado que vamos a darlo todo (cena no incluida).
Alojamiento en el hotel.
Día 4: Pamplona
Desayuno en el hotel.
Por la mañana tendremos tiempo de seguir disfrutando de la ciudad, que aún nos quedan muchos rincones por descubrir. Y por supuesto tendremos que volver a probar esos pintxos espectaculares antes de irnos.
Han sido unos días espectaculares rodeados de nuevos amigos, pero ahora sí, llega el momento de intercambiarnos correos y números de teléfono y despedirnos ¡hasta la próxima escapada!