Sendero Sagrado en Pokhara

Nuestra emocionante travesía hacia la Pagoda de la Paz Mundial comienza con un relajante paseo en barco de 30 minutos a través de las tranquilas aguas del lago Fewa. Al dejar atrás las orillas de Pokhara, una sensación de anticipación y asombro llena el aire mientras la barca se desliza suavemente. A lo largo del lago, podemos vislumbrar la vida local, y los reflejos de las colinas circundantes brillan en el agua.

Al llegar al otro lado del lago, emprendemos una caminata suave de 1'5 horas a través de un paisaje pintoresco. El sendero nos lleva por un bosque denso adornado con una variedad de flores silvestres y altos pinos. El canto de los pájaros y el susurro de las hojas crean una sinfonía armoniosa mientras nos adentramos en el abrazo de la naturaleza.

A medida que ascendemos, la exuberante vegetación va revelando impresionantes vistas del valle de Pokhara. Cada paso nos muestra una nueva dimensión del paisaje, cautivándonos con su belleza inalterada. El aire es fresco y revitalizante, llenándonos de energía y serenidad.

Y entonces, al girar una curva, aparece ante nosotros la icónica Pagoda de la Paz Mundial, majestuosa en lo alto de la montaña. Esta impresionante visión nos llena de admiración por la dedicación y sabiduría de los monjes budistas japoneses que construyeron este monumento para promover la paz mundial.

Al acercarnos a la pagoda, una sensación de tranquilidad nos envuelve. La serenidad del lugar es palpable, invitándonos a hacer una pausa y reflexionar sobre la búsqueda universal de la armonía y el entendimiento. Desde este sagrado mirador, todo el valle de Pokhara se extiende ante nuestros ojos, ofreciéndonos un espectáculo panorámico que nos deja humildes ante la grandeza de la naturaleza.

Además de las impresionantes vistas del valle, podemos disfrutar de una panorámica asombrosa del lago Fewa. Sus aguas centelleantes parecen danzar bajo los dorados rayos del sol, creando un fascinante juego de luces y sombras. Al fondo, la imponente Cordillera del Annapurna añade un toque majestuoso al ya magnífico paisaje.

Descendiendo hacia Chorepatan, exploramos la Cascada de Devi, también conocida como Patale Chhango. Esta fascinante cascada alberga una trágica leyenda de principios de los años 60, cuando una pareja suiza visitó Pokhara. La mujer, llamada Devi, se ahogó en el arroyo de la cascada, lo que llevó a que se le diera su nombre en memoria. Hoy en día, el agua sigue desapareciendo en una caverna subterránea, y su caudal es especialmente impresionante durante la temporada del monzón, cuando las lluvias llenan el lago y el arroyo crece en fuerza.

Junto a la Cascada de Devi se encuentra la mística Cueva de Gupteshwor, también conocida como Gupteshwor Mahadev, dedicada al dios Shiva. Su nombre significa "Shiva Oculto", y se cree que fue descubierta hace siglos por un pastor local. En su interior, un pasadizo secreto conduce al sagrado templo de Gupteshwor Mahadev, atrayendo tanto a buscadores espirituales como a viajeros curiosos. La cueva alberga impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, lo que la convierte en un destino imprescindible para quienes desean explorar el patrimonio cultural y espiritual de Nepal.

Nuestra jornada concluye con una visita al Campamento de Refugiados Tibetanos, donde podemos sumergirnos en la rica cultura y artesanía tibetana. Hábiles artesanos muestran su talento a través de intrincadas pinturas thangka, alfombras y artesanías tradicionales.

Llenos de gratitud por estas experiencias enriquecedoras, nos llevamos con nosotros el profundo mensaje de paz y unidad descubierto en la Pagoda de la Paz Mundial. Los recuerdos de este día nos recordarán para siempre el poder de la naturaleza, la espiritualidad y la búsqueda colectiva de la humanidad por la armonía.