Viajes a Canadá

Si hubiera que escoger una palabra para resumir la grandeza de los viajes a Canadá, ésta sería, sin duda, paisajes. Desde lagos de tamaño mayor que Suiza (rodeados de bosques interminables) hasta picos de 4.000 metros, pasando por enormes praderas, bosques lluviosos o desiertos: donde quiera que uno ponga la vista se encuentra ante una imagen que corta la respiración. Además de recrearse la vista en estos paisajes, el viajero puede disfrutar de otras actividades en las tres ciudades más interesantes de Canadá: Vancouver, Toronto y Montreal.

La naturaleza y el avistamiento de animales constituyen las grandes atracciones de Canadá. Así, los viajes a este país incluyen, obligatoriamente, la incursión por algunos de sus parajes más espectaculares, siendo uno de los más populares el que sirve de barrera natural entre Canadá y Estados Unidos: las Cataratas del Niágara.

Sin embargo, el principal problema de los viajes a Canadá es decidir qué zonas visitar: las distancias son tan grandes que, a menos que se disponga de muchísimo tiempo, es imposible hacer una visita general a todo el territorio. Finalmente, si hubiera que resaltar un aspecto negativo de Canadá éste sería seguramente que, excluyendo unas cuantas ciudades, el país es demasiado tranquilo, y a veces incluso aburrido.