Marruecos, a pesar de ser nuestro vecino, sigue siendo un país desconocido, pendiente a descubrir. Sus gentes, paisajes, lugares, gestos humildes, oficios y ritos cotidianos, que harán del viaje una mezcla de aprendizaje, diversión y tradición.
La escapada activa, durante ocho días en Marruecos, nos dará la oportunidad de participar en el ritmo real de la ciudad de Marrakech y de sus tradiciones, así como comprender la forma de vida de la población, alejándonos de los establecimientos más turísticos, incentivando el contacto real con el pueblo marroquí. El país combina paisajes naturales con impresionantes rutas por el desierto del Sáhara, que se harán aún más auténticas al pernoctar en genuinas jaimas bereber entre las dunas. De camino hasta el desierto verás sorprendentes paisajes que nunca imaginarías estuvieran en Marruecos, como la Garganta de Dadès, Ouarzazate, el Valle de Todra…
La última etapa del viaje descubriremos la siempre asombrosa ciudad de Fez, junto a la evocadora aldea azul de Chef Chaouen terminando nuestro viaje en la costera Tánger.