Viajes a Begur

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Este encantador pueblo de estrechas calles situado en el corazón de la Costa Brava cuenta con algunas de las calas más maravillosas de todo el litoral catalán, como Aiguablava, Sa Tuna, Sa Riera o Illa Roja. Gracias a que el pueblo está situado en un macizo, las carreteras que bajan a las playas ofrecen unas vistas espectaculares del mar, las escarpadas rocas del litoral y las Islas Medas. Aunque hoy ya no queda prácticamente ninguna traza de los pescadores, navegantes, indianos y coraleros que hicieron de Begur uno de los núcleos más prósperos de la Costa Brava, parte de la esencia del pueblo se ha mantenido intacta a pesar de la llegada del turismo. Todavía hoy se pueden observar las antiguas casas donde se salaba la sardina y las majestuosas villas de quienes hicieron fortuna en Cuba. Algunos de los mayores atractivos de Begur son el conjunto arquitectónico medieval de Esclanyà y, por supuesto, el Castillo de Begur, el símbolo más característico de la población. Al ser un pueblo muy pequeño, de apenas 4.500 habitantes, no cuenta con una oferta de ocio muy amplia, aunque sí supera a la de otros pueblos cercanos de corte más familiar como Pals, con un número aceptable de bares, buenos restaurantes y tiendas de ropa. Probablemente lo que desluce la belleza de Begur es la masificación que sufre en verano y el ambiente algo elitista de sus calles, propiciado por la presencia de un buen número de familias pudientes (principalmente barcelonesas) que tienen aquí su residencia de verano.